jueves, 23 de enero de 2014

Las fantasías sexuales ¿Para qué sirven?


Las fantasías sexuales participan en el equilibrio psíquico de la mujer, alimentan el deseo, intensifican el placer y son el vector de una sexualidad más abierta y desarrollada.


En los post anteriores hemos hablado de qué son las fantasías sexuales y también nos hemos adentrado en el imaginario femenino. Ahora bien, aquellas mujeres que nunca se han masturbado, o lo han intentado sin éxito y además nunca han tenido fantasías, habitualmente preguntan Y ¿para qué sirven?

Pues bien, las mujeres que cuando se masturban hacen uso de este estupendo recurso, posiblemente no precisen de esta explicación, o quizá si, pero de cualquier forma vamos a ver para qué nos sirven las fantasías sexuales.

Las fantasías sexuales son un recurso eficaz en la masturbación y también en las relaciones sexuales con la pareja. Son la clave para llegar al orgasmo, aunque hay mujeres que dicen no tener fantasías (las menos).

El objetivo de las fantasías sexuales es la excitación.


 Favorecen:

  • la concentración,
  • el autoconocimiento,
  • el deseo sexual,
  • la masturbación individual,
  • enriquecen las relaciones sexuales de la pareja,  
  • dota a la persona, de un recurso contra la monotonía.
  • Participan en  el equilibrio psíquico,
  • intensifican el placer y
  • son el vector de una sexualidad más abierta y desarrollada.

Las fantasías sexuales son el mejor medio para el abandono, para llegar al orgasmo.

En la masturbación es casi obligado fantasear. Son la llave para alcanzar el orgasmo.

Para qué nos sirven las fantasías sexuales:

  • Expresar nuestros deseos sexuales y nuestros sentimientos.
  • Evadirnos de la vida real, de la monotonía, de lo que no nos gusta.
  • Aumentar o iniciar la excitación sexual, tanto en relaciones sexuales en pareja como a  solas.
  • Sentir excitación sexual sin ningún tipo de riesgo: sexo seguro.
  • Descargar o liberar tensiones.
  • Experimentar conductas sexuales que nunca hemos llevado a la práctica y posiblemente nunca las llevaremos: visualizar situaciones, dificultades y/o miedos...

Las fantasías sexuales forman parte de nuestra sexualidad, y sirven para  lo que cada una quiera que sirvan. Podemos transformar todo nuestro mundo real en lo que queramos, lo único que necesitamos es darnos permiso para hacerlo y disfrutarlo.

Y ¿Cómo se aprende a  tener fantasías sexuales?

Seguiremos....

Si quieres leer mi post anterior:


Fdo. : Raquel Díaz Illescas

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