domingo, 6 de agosto de 2017

Desde que tú no estás



Te pienso.
 
Te extraño.

Te sueño.

Te huelo. 

Te hablo. 

Te silencio. 

Te siento. 

Te escribo.

Te espero. 

Te olvido. 

Desde que tú no estás entro, salgo, vuelvo a entrar y  vuelvo a salir.

Te busco en las calles y plazas, en los parques y jardines, te busco  en la terraza del ático por si sigues tomando tostadas con aceite y sal; te busco entre mis sabanas por si te has quedado dormido.

Te busco, pero no te encuentro.

Te busco y me quedo dormida. 

Abro los ojos y te has ido. 

Mis manos te buscan  en la nada.

Todo está en silencio, incluso mi pensamiento. 

Mi boca ríe y mis ojos lloran. 

Bebo vino blanco cuando escribo y digo santé a mi gata.

Follo y me masturbo. 

Desde que tú no estás mi verbo está ebrio. 

He dejado de tenerle miedo a las palabras que enajenan tus emociones. 

He tirado mi agenda y me he comprado una pizarra con la opción de vaciar. 

He metido los pasados imperfectos en cajas de reciclar. 

Vivo el presente en mi aquí y ahora. 

Estoy aprendiendo a dibujar posibles  y sonreír al mañana.   

He dejado los coches de rally  y ahora monto una Ducati. 

He tirado todos los vestidos y ahora visto desnuda, como tú. 

Camino con mis pies descalzos, como tú. 
         
He dejado de quererte, no como tú. 

… Y la magia de los cuerpos se quedó entre las sábanas y el amor se fue cuando ya no había palabras.


Fdo.: Raquel Diaz Illescas

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